El deshielo de aviones es una parte crítica de la operación aérea durante las condiciones invernales. La acumulación de hielo en las superficies de las aeronaves puede tener consecuencias severas para la seguridad y el rendimiento del vuelo. Este artículo proporciona una revisión detallada de los desafíos asociados con el deshielo de aviones, así como las soluciones tecnológicas y procedimentales que se han desarrollado para abordar este problema crucial.
El deshielo de aviones es una práctica esencial en la industria de la aviación para garantizar la seguridad y eficiencia de las operaciones aéreas. Esto es así especialmente durante las condiciones climáticas adversas. La formación de hielo en las alas, superficies de control y otras partes críticas de una aeronave puede afectar negativamente su capacidad de vuelo y control. Esto presenta riesgos significativos para la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Una superficie alar contaminada por hielo, engelamiento parcial o incluso líquido que se pueda llegar a convertir en sólido antes del despegue son un enemigo directo de la capacidad de las aeronaves para poder volar.
Como sabréis los aviones vuelan porque se produce una fuerza en sus alas cuando adquieren velocidad. Esa fuerza de presión se conoce como sustentación. Tanto esta como otras muchas leyes físicas y conocimientos de aeronáutica, se enseña en nuestra asignatura de Conocimientos teóricos generales de la aviación. Es una de las asignaturas obligatorias del curso de tripulante de cabina de pasajeros exigidas por AESA y el Ministerio de Transportes, movilidad y agenda urbana.
Pero sigamos con el deshielo.
Hay que diferenciar entre dos situaciones diferentes que en ocasiones se dan solas pero en otras se dan en paralelo.
- La superficie de las alas u otras partes de la aeronave están contaminadas con hielo o engelamiento. En ese caso se deberá hacer un deshielo de dichas superficies.
- Cuando no están contaminadas las superficies pero existe un riesgo de que en el trayecto de rodaje hasta el punto de despegue (y el propio despegue del avión) se produzca dicho efecto. En este caso se deberá proporcionar a las superficies susceptibles de ser afectadas con una protección antihielo.
Es decir, hay que entender que se producen dos situaciones diferentes pero no incompatibles. El deshielo no es solo el deshielo como tal sino que también es una protección antihielo que se aplica generalmente en el mismo procedimiento.
Cuando se realiza el deshielo de los aviones hay varios desafíos a los que debemos enfrentarnos.
Durante condiciones climáticas invernales, las aeronaves pueden acumular hielo rápidamente. Esto afecta su rendimiento y aerodinámica. El deshielo y protección antihielo deben realizarse en un punto donde el tiempo entre su realización y el despegue sea el suficientemente corto como para que no se vuelva a producir interferencia en la superficie, suponiendo de nuevo un peligro real para la seguridad.
Garantizar que todas las áreas críticas de una aeronave estén completamente libres de hielo es un desafío. Hay que tener en cuenta que algunas áreas pueden ser de difícil acceso. Es importante que ninguna de las superficies quede contaminada. La uniformidad en el deshielo es básica para el correcto funcionamiento de todos los mecanismos del avión.
Sea cual sea el método utilizado para deshelar debe ser eficiente energéticamente para minimizar el impacto ambiental y los costos operativos.
Soluciones:
Sistemas de descongelación eléctrica: Utilizan cables calefactores integrados en las superficies de las alas y otras áreas críticas para prevenir la acumulación de hielo. Un poco como lo que muchos coche tienen en su luna trasera para conseguir que desaparezca la contaminación que se produce con el frío pero a gran escala.
Fluidos deshielantes: Aplicación de líquidos deshielantes especiales que disuelven el hielo y de protectores que previenen su formación durante el vuelo. Es, sin duda, el método más habitual.
Métodos de energía radiante: Utilización de radiación infrarroja para calentar las superficies de las aeronaves y eliminar el hielo.
Procedimientos Operativos afectado por el deshielo:
Programación y planificación: Planificación cuidadosa de vuelos durante condiciones invernales, considerando la duración del vuelo y las condiciones meteorológicas previstas. Hay que asegurarse de aplicar los líquidos correctos y a la temperatura deseada (nunca menos de 60 grados centígrados) para que su uso sea correcto y eficiente. También hay que tener en cuenta que es un procedimiento que requiere un tiempo medianamente largo (sobre todo por las esperas que se producen en el turno para deshelar). Eso influirá necesariamente en el tiempo de vuelo.
Inspecciones pre-vuelo: Realización de inspecciones detalladas antes del vuelo para identificar y abordar cualquier acumulación de hielo. Los pilotos, antes de acabar con sus procedimientos prevuelo, realizan siempre una visita exterior al avión para chequear sus condiciones externas. Chequean posibles golpes en el fuselaje, los motores, estado el tren de aterrizaje y, por supuesto, la contaminación helada en las superficies de la aeronave.
Procedimientos de descongelación: Implementación de protocolos específicos de descongelación antes del despegue, siguiendo pautas y directrices de la autoridad de aviación civil (AESA en el caso de España).
El deshielo de aviones es un componente esencial de la aviación moderna para garantizar la seguridad y la eficiencia operativa durante condiciones climáticas invernales. Las soluciones tecnológicas y los procedimientos operativos han evolucionado para abordar los desafíos asociados con este proceso crítico, demostrando el compromiso de la industria aérea con la seguridad y la excelencia operativa. La continua investigación y desarrollo en este campo son esenciales para enfrentar los desafíos emergentes y mejorar la eficacia del deshielo de aviones en el futuro.
Aquí os dejamos un vídeo maravilloso de Iberia para que veáis cómo es el proceso de deshielo explicado.
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¡Hasta pronto voladores!